Aunque en un principio estuvo destinada a la reina Tausert, última gobernante de la dinastía XIX, a su muerte fue usurpada por Sethnajt, el fundador de la dinastía XX.
Tausert era la viuda de Seti II. Tras la muerte de rey Siptah (séptimo faraón de la dinastía XIX), el imperio entro en crisis ya que no existía ningún heredero ni familiar próximo. El trono era demandado por la clase militar en el Bajo Egipto, por el sumo sacerdote de Amón en el Alto Egipto y por el virrey en Nubia. Sumado a esto, aumentaron las sequías. El próspero Imperio Nuevo estaba en decadencia. No se sabe como se sucedieron los hechos pero Setnakht fue el sucesor de Tausert.
La tumba esta bien conservada y las pinturas mantienen los colores.
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