Llega el momento de descubrir cómo es la segunda de las pirámides de Guiza... pero antes de seguir conozcamos un dato interesante, y es que la pirámide de Kefrén fue conocida en la antigüedad como “La Gran Pirámide”, nombre con el que conocemos hoy día la pirámide de Keops. Además del sugerente nombre, Kefrén intentó que su pirámide pareciese más grande que la de su padre, ya que la edificó sobre un lecho de roca 10 m por encima de la de Keops.
Con 143’5 m, tres menos que la pirámide de su progenitor, los lados de la pirámide de Kefrén tienen 215 m y en su parte superior se aprecia un giro en sus caras, ya que no están alineadas al llegar a la cima.
Actualmente su altura es de 136 m [la de Keops tiene, en la actualidad, 137’1 m], y sus lados tienen mayor inclinación que los de la pirámide de su padre.
En su parte superior aún se conserva parte de la piedra caliza de Tura con la que fue recubierta.
El interior de la pirámide de Kefrén
La primera de las entradas se encuentra alejada unos metros de la cara norte. Al acceder por ella primero da paso a un pasadizo descendente, esculpido en la roca madre, al cual le sigue otro horizontal y después otro tramo ascendente que desemboca en el corredor horizontal que parte de la segunda de las entradas.
En el corredor horizontal nos encontramos, en su pared este, con una estancia de techo a dos aguas cuya función no está clara aún, quizá sea la misma que la ‘Cámara de la Reina’ de la pirámide de Keops, o quizá una primera cámara funeraria que se abandonó para utilizar la que conocemos hoy día.
El corredor descendente que parte de la segunda entrada [situada en la cara norte de la pirámide] atraviesa la pirámide hasta llegar a la roca madre de la meseta, donde continúa horizontal hasta la cámara funeraria. Algunos tramos de estos corredores fueron recubiertos de granito rojo.
La cámara funeraria, de algo más de 14 m de este a oeste y casi 5 m de norte a sur, tiene una altura de unos 7 metros. Parte de la misma fue excavada en la roca de la meseta, exceptuando su techo, realizado con piedra caliza y con doble vertiente [con la misma inclinación que las caras de la pirámide].
El sarcófago, de granito negro pulido, se situó en la pared oeste y estaba parcialmente ‘embebido’ en el pavimento [aunque partida en dos, aún se conserva su tapa].
Un agujero en el lado sur de la cámara pudo ser utilizado para albergar las vísceras del faraón [de ser así sería el primer cofre, o hueco para cofre, para vasos canopos descubierto en una pirámide]. La situación del sarcófago dentro de la pirámide es casi en el centro de la misma.
El 2 de marzo de 1818 G. Belzoni fue el primero en entrar en la pirámide en época moderna.
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